21.1.09

¿QUÉ LES PASA A LAS ABEJAS?


La mortalidad de las abejas en nuestros campos es un hecho contrastastado. Varias causas se atribuyen a la desaparición de estos insectos. La aplicación de pesticidas en la agricultura, la escasez de polen en los años de sequía y el parásito Nosema ceranae, parecen ser las principales causas de su desaparición.

Y el problema que se presenta es importante, ya que la polinización está en la base de los ecosistemas y su déficit produce una inevitable reacción en cadena y la desaparición de especies. Se estima que más del 80% de las plantas con flores necesitan de estos insectos para fructificar y producir semillas viables. Los insectos polinizan dos tercios de las especies cultivadas por el hombre y aproximadamente un tercio de la dieta humana depende directa o indirectamente de ellos.
Hay que pensar por un lado que la dispersión de las plantas y el mantenimiento de la cobertura vegetal dependen de una adecuada producción de semillas. Por otro lado, no hay que olvidar que la dieta de muchos insectos, aves y mamíferos habitantes de nuestro medio natural dependen de una correcta producción vegetal de hojas, frutos y semillas.

PESTICIDAS

La aplicación de pesticidas sobre cultivos como el Imidacloprid y el Fipronil, utilizados en el girasol, según los especialistas, son sospechosos de causar una intoxicación que haría despoblarse los enjambres.
Esta nueva generación de sustancias activas sistémicas neurotóxicas se venden en España desde mitad de los años noventa, aunque su uso se popularizó sobre el 2000. Las abejas afectadas pierden el sistema de orientación y no pueden volver a la colmena, con lo cual, la colmena va perdiendo población hasta quedar sin abejas. Es un hecho constatado que el envenenamiento paulatino de las abejas afecta inicialmente a las colmenas más pobladas y potentes del colmenar. Estos productos actúan en las plantas de forma sistémica, envenenándolas por dentro, con lo cual el agrotóxico aparece en polen y néctar. Si son las simientes las que fueron tratadas, el veneno queda en la tierra y es absorbido por las plantas que crecen posteriormente en la zona sementada. Este efecto secundario perdura en el terreno al menos 2 años, y con eficacia suficiente para seguir matando abejas y eliminando la fauna del suelo.

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) muestra su preocupación ante la disminución de insectos polinizadores en España, al igual que está ocurriendo en Europa y en el resto del mundo, agravada por la elevada mortandad de colmenas en nuestro país que se mantiene en torno a un 25-30 % anual en los dos últimos años (2007/2008). “Esta situación está limitando la actividad polinizadora de las abejas sobre los principales cultivos que alimentan al ser humano y los ecosistemas naturales, reduciéndose además la producción de miel y polen lo que provoca el descenso de la rentabilidad en las explotaciones apícolas profesionales”, ha apuntado Jose Luís González, responsable del sector apícola de COAG.

EL HONGO NOSEMA CERANEAE

El grupo de Higes ha publicado sus descubrimientos en Applied and Environmental Microbiology. En su artículo, los investigadores aseguran que existe una "asociación significativa entre la presencia del hongo Nosema ceranae y el despoblamiento de colmenas". Para llegar a esta conclusión han analizado muestras de abejas provenientes de España, Suiza, Francia y Alemania. También han desarrollado una técnica genética para detectar el parásito. Se denomina PCR múltiple y permite identificar, en una sola reacción y en menos de dos horas, la presencia del parásito.
Gracias a estas herramientas, Higes ha demostrado que el hongo aumenta su presencia en España desde 2003 y que en 2005 aparece totalmente extendido en todas las épocas del año, rompiendo con la idea de que estas infecciones tienen carácter estacional. Por tanto, se ha detectado una prevalencia mayor de lo que se consideraría normal, lo que permite hablar de "situación epidémica".
Por otro lado, técnicos del Centro Apícola Regional (sito en Marchamalo ) también han detectado la presencia del parásito Nosema ceranae en colmenas con el síndrome de despoblamiento.

2 comentarios:

Antonio Fortes dijo...

Las abejas les pasará como a los apicultores, que estamos desnortados...

Unknown dijo...

El principal asesino de las abejas es el hombre por crear las antenas y los pesticidas estamos dañando dia a dia al planeta despues vamos a empezaaar a dañrnos a nosotros mismos Pero para quee no se acaben todas compren un cajon para las abejas de esos donde producen su miel pr no cn el fin de extraer miel sino de seguir reproduciendoce y que nascan mas abejita Muchas gracias Hombre Reflexiona