Una imprudente quema de rastrojos efectuada por un jubilado de la localidad provocó ayer un incendio forestal que ha terminado afectando a cuarenta hectáreas de tierras agrícolas compuestas por olivares trigo y cebada. La dimensión fue tal que llegó hasta Torrelaguna y la columna de humo se divisó desde la capital madrileña.
El incendio comenzó a las tres de la tarde y no fue controlado hasta las diez de la noche después del intenso trabajo de veinte dotaciones de bomberos, siete helicópteros, dos hidroaviones, agentes forestales y retenes forestales. Las fuertes rachas de viento y el escarpado terreno dificultaron las labores de extinción.
Esperemos que este tipo de imprudencias cesen de una vez por todas. ¿Por qué no se realizan campañas de concienciación sobre la opción de elaboración de compost para los rastrojos?. O ¿ por qué no se crea un servicio gratuíto de recogida de rastrojos para este fin?
El incendio comenzó a las tres de la tarde y no fue controlado hasta las diez de la noche después del intenso trabajo de veinte dotaciones de bomberos, siete helicópteros, dos hidroaviones, agentes forestales y retenes forestales. Las fuertes rachas de viento y el escarpado terreno dificultaron las labores de extinción.
Esperemos que este tipo de imprudencias cesen de una vez por todas. ¿Por qué no se realizan campañas de concienciación sobre la opción de elaboración de compost para los rastrojos?. O ¿ por qué no se crea un servicio gratuíto de recogida de rastrojos para este fin?