19.1.09

PRIMER AÑO DEL CENTRO DE CRÍA DE ANFIBIOS DE GUADARRAMA


A primeros de febrero se cumplirá un año de la inauguración del Centro de Cría en Cautividad de Anfibios Amenazados de Rascafría, un ambicioso proyecto que tiene como objetivo recuperar las poblaciones de anfibios en peligro de la Sierra de Guadarrama.

El centro, pionero en España, fue puesto en marcha por la Comunidad de Madrid en colaboración con el Museo de Ciencias Naturales y el Zoo británico de Jersey (FDurrel Wildlife Conservation Trust). Otro de los objetivos del centro es trabajar en labores de investigación sobre la biología de estos vertebrados.

La destrucción y alteración de sus hábitats había reducido drásticamente la presencia de estas especies en las charcas de la Comunidad. El sapo partero se encontraba en serio peligro de extinción por culpa de un hongo (batrachochytrium dendrobatidos) que provoca la enfermedad conocida como quitridiomicosis; la rana patilarga sufre desde hace varias décadas la presencia del salvelino, un tipo de trucha americana muy apreciada por la caza deportiva, que colonizó los humedales de Peñalara desplazando a los vertebrados de esta zona.

Este centro se creó con el objetivo de convertirse en un referente en la investigación biológica para lo que se pondrán en marcha avanzadas terapias de tratamiento para los sapos parteros mediante temperaturas elevadas y baños con fungicidas que combatan la enfermedad producida por el hongo. La Comunidad de Madrid ha creado este centro de cría de anfibios en un antiguo cobertizo ganadero situado en el Puente del Perdón que ha sido restaurado adecuándolo a las necesidades del programa de recuperación tales como una unidad a baja temperatura, con 38 acuarios de 80 litros cada uno, donde se desarrollan los ejemplares en fase larvaria, un cuarto a alta temperatura para conseguir el crecimiento de los ejemplares juveniles y la reproducción de los adultos fundadores de la colonia, y un tanque para el tratamiento de las aguas utilizadas antes de ser vertidas al medio.
Las instalaciones cuentan también con un cuarto climatizado a elevada temperatura para la producción masiva de alimento vivo (fundamentalmente grillos y moscas) que garantice la alimentación de los ejemplares adultos durante el programa.

El trabajo para la recuperación de estas especies se centra en la lucha contra los agentes introducidos que ponen en peligro el equilibrio del ecosistema y en la cría masiva de ejemplares en el centro para su posterior suelta.

El proceso comienza con la producción masiva de huevos a partir de los que se recogen en el campo, en el caso de la rana patilarga, o de los nacidos en cuatividad de las parejas reproductoras de sapo partero. 50 sapos parteros nacieron en cautividad a partir de un pequeño número de adultos fundadores.
A continuación, vienen las diferentes fases de la evolución de los animales hasta que se convierten en adultos. Para cada una se ha acondicionado una sala que reproduce las condiciones adecuadas con tal fin. Así, hay un habitación con baja temperatura compuesta por varias peceras para la fase larvaria, y otra con alta temperatura y sistemas para mantener la humedad necesaria dedicada al crecimiento rápido de los ejemplares. Así se consigue aumentar las probabilidades de supervivencia de las larvas. El siguiente paso es la suelta masiva de los ejemplares adultos en los humedales de Peñalara.

SUELTA DE EJEMPLARES

La Comunidad ya ha introducido 100 ejemplares de anfibios procedentes del Centro.
Fueron 50 ejemplares de rana ibérica y 50 de sapo partero (Alytes obstetricans)criados en cautividad.
Igualmente se han recuperado zonas naturales degradadas, como el arroyo del Puerto de Cotos, y ha creado nuevas masas de agua para favorecer la reproducción de los anfibios. Además, en los lugares en los que la recolonización natural de anfibios resulta complicada se ha recurrido a la introducción de ejemplares (larvas y recién metamorfoseados) procedentes de las zonas con mayor densidad. También se han instalado refugios para asegurar la supervivencia de las especies y se ha retirado de la Laguna Grande de Peñalara una especie de pez (salvelino) nocivo para la supervivencia de los anfibios, cuya erradicación está asimismo a punto de conseguirse en los Arroyos de Peñalara y Pepe Hernando.

Igualmente, el Ejecutivo regional ha recuperado zonas naturales degradadas, como el arroyo del Puerto de Cotos, y ha creado nuevas masas de agua para favorecer la reproducción de los anfibios. Además, en los lugares en los que la recolonización natural de anfibios resulta complicada se ha recurrido a la introducción de ejemplares (larvas y recién metamorfoseados) procedentes de las zonas con mayor densidad. También se han instalado refugios para asegurar la supervivencia de las especies y se ha retirado de la Laguna Grande de Peñalara una especie de pez (salvelino) nocivo para la supervivencia de los anfibios, cuya erradicación está asimismo a punto de conseguirse en los Arroyos de Peñalara y Pepe Hernando.

El sapo partero y la rana patilarga son las dos especies más amenazadas de las diez que viven en las 250 lagunas y charcas de Peñalara. Una situación que viene investigando de forma pionera desde hace más de una década un equipo de trabajo del Museo de Ciencias Naturales, encabezado por Jaime Bosch. El objetivo es comprender y poner soluciones al dramático descenso de los anfibios en este privilegiado entorno de la sierra madrileña.

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