29.10.08

ATROPELLO DE UN OSO PARDO EN LA A-6 A LA ALTURA DE TRABADELLO (LEÓN)


La pasada semana eran dos jabalíes en la A-6, en la Comunidad de Madrid, ayer fue nada menos que un oso en el municipio leonés de Trabadello. Los animales se dispersan, pero se encuentran con demasiadas carreteras. Y en estos casos se vuelve a poner de manifiesto que son necesarios más pasos de fauna, muy escasos en nuestras carreteras, pero que situados en puntos estratégicos podrían aminorar estos sucesos. La A-6 ha vuelto a ser el escenario de una barrera mortífera para nuestra fauna.
Agentes del Seprona de la Guardia Civil de Fabero y agentes medioambientales de la Consejería de Medio Ambiente participaron en el levantamiento del cadáver para su posterior traslado al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Valladolid.
El oso atropellado era un ejemplar joven que fue alcanzado por un camión con tráiler que apenas sufrió desperfectos. El plantígrado posiblemente se había acercado hasta ese entorno cercano a Villafranca del Bierzo desde el núcleo osero del Alto Sil.
El animal muerto "encaja en el perfil de animales que se dispersan
explorando territorio", ha explicado Guillermo Palomero, presidente de
la Fundación Oso Pardo. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción
número dos de Ponferrada ha abierto diligencias previas para establecer
las circunstancias del siniestro.
El carácter excepcional del accidente lo ha confirmado Guillermo
Palomero, quien ha añadido que hasta ahora únicamente se habían
localizado "algunos indicios de posibles atropellos en la zona
cantábrica", pero nunca se pudo afirmar con certeza.

POBLACIÓN FRAGMENTADA

La población osera cantábrica permanece fragmentada, desde la primera
mitad del siglo XX, en dos poblaciones, lo que dificulta su pervivencia.
La zona oriental -la más precaria- ocupa unos 2.500 kilómetros cuadrados
y se extiende por el noreste leonés, norte de Palencia, Cantabria y
oriente de Asturias. En este núcleo sobreviven entre 25 y 30 ejemplares.
La occidental, más importante, ocupa unos 2.600 kilómetros cuadrados y
tiene unos 100 osos, que permanecen en el Alto Sil de León, límite
oriental de Lugo y suroeste de Asturias.
Tras décadas de declive, el oso parece que se está recuperando,
especialmente en el ámbito Occidental, algo que hace que cada vez sea
más frecuente la aparición de ejemplares en lugares poco habituales,
desde las cercanías de León, zonas de Galicia y los límites de la
comarca de Valdeorras (Orense).

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