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24.11.08
DIFERENCIAR EL SEXO DE LOS CORZOS
No resulta fácil observar al corzo, a pesar de que es uno de los ungulados más extendidos de Europa. Su pequeño tamaño, apenas 25 kg, sus hábitos crepusculares y su excelente oído, conforman el carácter huidizo y prudente del menor de los cérvidos españoles.
Es una especie marcadamente territorial, sobre todo durante el celo y partos y más permisivos el resto del año. Son prácticamente monógamos, aunque los machos son polígamos pero no forman harenes.
Se les suele observar sólo o en parejas, evitando grandes rebaños como la mayoría de las especies de medio boscoso.
Son muy territoriales durante el celo y los partos. La amplitud del área de distribución y la diversidad de ambientes que coloniza, facilitan en esta especie la existencia de una alta variabilidad morfológica y ecológica que propicia en ocasiones la aparición de ecotipos locales.
Por lo general, los corzos españoles mantienen el rango de animales territoriales, formando pequeños grupos, que suelen estar compuestos por núcleos familiares de la hembra con las crías de varios años. En casos de hábitats desnaturalizados, en los que los recursos se encuentran concentrados en determinados lugares, como son los agrosistemas, se han podido detectar grupos numerosos de individuos de ambos sexos. De igual forma, si se produce un período de escasez de alimento, pueden optar por desplazarse a grandes distancias, habiéndose observado en poblaciones europeas migraciones de cientos de kilómetros.
Las densidades grandes facilitan el aumento del tamaño de las asociaciones. En caso de que éstas aumenten, la población expande su territorio, efectuándose una regulación en lo que a densidades se refiere entre poblaciones vecinas.
DIFERENCIAS ENTRE MACHOS Y HEMBRAS
El género Capreolus en general se reconoce por la presencia en los machos de cuernas con tres puntas y abundante perlado, por el escudo anal blanco con pelo erizable que rodea la rudimentaria cola Escudo anal blanco, con forma de riñón en el macho y de corazón invertido en la hembra, distintivo muy claro en el campo). Cabeza de los machos coronada por una cuerna corta de tres candiles, caediza en octubre-noviembre; el crecimiento de la nueva testud se completa en marzo. Otras formas de sexaje son la silueta, la forma de orinar o los genitales. Hasta los cinco meses, los corcinos exhiben la piel moteada. Los machos en su primer año muestran cortos pivotes entre agosto y febrero; varas rectas entre mayo y noviembre de su segundo año; alcanzan el trofeo completo en su tercer año.
ALIMENTACIÓN Y CELO
Herbívoro. Consume distintas herbáceas, brotes, hojas y frutos de árboles y arbustos.
El celo sucede en julio-agosto. Presenta implantación diferida del embrión, de manera que ésta sucede cuatro meses después del acoplamiento, sincronizando así el nacimiento de los corcinos con la estación primaveral (mayo-junio), más favorable para su desarrollo. Una camada al año de dos crías normalmente, que permanecen con la madre hasta la época de partos del año siguiente. Alcanza la madurez sexual a los 14 meses.
Abunda en todo tipo de medios forestales, siendo más abundante en los caducifolios. Selecciona claros y lindes. Tienenten una compartimentación incompleta del estómago, lo que les impide digerir alimentos con abundante celulosa. En el animal adulto la coloración es uniforme, presentando un manto variable según la época, que se aclara en el vientre y en la parte interna de las patas. Las únicas zonas con diferente color son la chapa o espejo anal blanco, el interior de las orejas, los párpados y labios que son de color blanco sucio, el bigote negro en el labio superior, y unas manchas blanquecinas conocidas como babero, que aparecen en la parte anterior del cuello en la mayoría de las poblaciones.
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