16.3.09

20.000 PLANTAS CON GENES MÁS RESISTENTES REPOBLARÁN 650 HECTÁREAS DE CASTILLA Y LEÓN.


Según informa la Agencia EFEC, unas 20.000 plantas modificadas genéticamente mediante la técnica de cultivo "in vitro", repoblarán cada año una superficie estimada de 650 hectáreas de Castilla y León con especies como el nogal, el fresno, el cerezo, el aliso y el jerbal, entre otras.
Este proceso se realiza en un laboratorio del Vivero Forestal de Castilla y León, situado en Valladolid, donde se lleva a cabo un programa cuyo objetivo es la producción de maderas de calidad de varias especies de árbol, declaró a los medios de comunicación la consejera de Medio Ambiente de esta Comunidad, María Jesús Ruiz.

En concreto, el plan busca disponer de ejemplares de una calidad genética alta y una capacidad de adaptación al medio garantizada, con el objetivo de poder utilizarse para mejorar la fabricación de muebles y objetos de decoración.

El método del cultivo "in vitro" consiste en tomar una porción del material vegetal, bien sea una yema, el ápice de una hoja u otros elementos continentes de información genética, e introducirlo en un medio estéril para su generación.

Una vez realizada esta técnica, los científicos han de comprobar que el cultivo pase por las etapas denominadas de proliferación, desarrollo radical y aclimatación al medio.

Superado este periodo de adaptación, crecimiento y endurecimiento, puede ser utilizada para la repoblación específica de producción de madera de calidad.

La producción resultante es puesta a la venta para agricultores y particulares "que quieran repoblar sus terrenos", a los que técnicos del vivero aconsejan sobre qué especies tienen más posibilidades de adaptarse y ofrecer una mayor producción en el entorno en el que desarrollen su actividad, ha indicado Ruiz.

La planta que se vende tiene un precio más elevado de lo normal, "pero con ella los compradores se aseguran de que su plantación va a tener una muy alta calidad", ha precisado la consejera.

Actualmente, en el laboratorio se están multiplicando varios clones para producir las plantas más adecuadas a las condiciones ecológicas del lugar donde se pretende introducir.

Las instalaciones del vivero forestal donde se ubica este laboratorio cuentan también con banco de simiente forestal de más de 49 toneladas, cuyo objetivo es volver a producir las especies autóctonas que guarda en caso de una catástrofe ambiental, como puede ser un incendio o una plaga.

Como ejemplo, si en un kilogramo de semilla de pino silvestre hay aproximadamente 90.000 millones, con los 2.900 kilogramos que hay de esta especie se podrían hacer más de 250 millones de plantas de esta especie, lo que serviría para repoblar una superficie aproximada de más de 100.000 hectáreas.

El vivero forestal, que han visitado los miembros de la Comisión de Medio Ambiente de las Cortes de Castilla y León, tiene en marcha un sistema de extracción de piñones con una producción aproximada de 2.000 toneladas de piñas al año.

Una de las particularidades de este proceso es el sistema de tratado que se aplica a las piñas sobrantes, las cuales son introducidas en una caldera de biomasa que produce la energía que abastece de agua caliente a las instalaciones.

El material comprimido con el que se produce esta energía, también llamado pellet, supone un ahorro económico en gasto de combustible de más del treinta por ciento, pues posee un alto valor calorífico -dos kilogramos de pellets equivalen a un litro de gasoil.

1 comentario:

Jose Miguel Pintor / Mail: jose.m.pintor@gmail.com dijo...

No creo que consigan plantas más resistentes, lo que hacen es clonar plantas, o sea reproducción vegetativa. Si no cuidan de introducir una alta variación genética empobrecerán la diversidad genética total de las poblaciones castellanas, pues habrá muchas plantas hijas(clones) provenientes de unas pocas madres. Las plantas más valiosas son las que no se seleccionan, son las que tienen una gran variación genética o sea las plantas silvestres nacidas de semillas por selección natural, no artificial. Por eso los frutales cultivados no suelen ser muy resistentes y por eso mismo se injertan sobre patrones más rústicos o silvestres.