12.2.09

LA SUSTANCIA QUE MATÓ A 12 BUITRES EN SEPTIEMBRE EN SORIA ERA CARBOFURANO


Según una información publicada por el diario "Heraldo de Soria", el Laboratorio Forense de Vida Silvestre (LFVS) de Madrid ha informado a la Junta de Castilla y León de que los análisis toxicológicos realizados a las muestras de los 12 buitres hallados muertos el pasado 25 de septiembre de 2008 en el paraje La Vega de Boillos, en el soriano término municipal de Valdenebro, confirman que estas aves murieron por ingestión de carbofurano.
El informe señala, textualmente, que "las cromatografías planares revelaron la presencia de un compuesto, cuyo tiempo de retención coincidía con el del carbofurano en ambos sistemas empleados, en todos los extractos analizados, tanto los correspondientes a los contenidos del digestivo de los buitres como en los correspondientes a las tres muestras relacionadas. La identidad del compuesto aislado fue confirmada en todos los casos mediante el estudio del espectro UV (red de diodos) del pico encontrado y su comparación con el del Carbofurano patrón". Además, la identidad del compuesto fue confirmada por HPLC (Cromatografía Líquida de Alta Resolución).
El Carbofurano es un compuesto químico utilizado como fitofármaco sistémico (insecticida, acaricida y nematocida). El Carbofurano pertenece al grupo de los carbamatos.
La presencia de Carbofurano en las muestras de contenido del digestivo analizadas debe considerarse como significativa ya que es la mejor evidencia de la muerte por ingestión de carbofurano, producto altamente tóxico para las aves y mamíferos. "No existe ninguna duda -dice el informe

UN PRODUCTO ALTAMENTE LETAL

El Carbofurano es un producto altamente letal, su empleo en agricultura está sometido a control, los compradores deben quedar registrados especificando la cantidad y fecha de adquisición. El uso de estos productos está muy definido en el tiempo ya que se emplean en momentos muy concretos del año.

Estos carbamatos pueden considerarse como el veneno de los “profesionales”, por sus características de letalidad, efecto a muy corto plazo y su relativamente rápida degradación que dificulta su detección. El carbamato está catalogado como la segunda sustancia más nociva de Europa Actúan por intoxicación de las transmisiones nerviosas. El envenenamiento se manifiesta por el relajamiento del tono muscular.

Esta sustancia se convierte en un plaguicida al ser combinado con los organosfosforados, capaz de destruir, aliados, cualquier plaga viva. C, el preparado comercial Aldecarb, que recibe el nombre de Temik-10 cuando el porcentaje de concentración es de esta cantidad, contiene ambas sustancias químicas

Estos preparados químicos son capaces de destruir cualquier amago de vida que encuentre a su paso, por ser altamente abrasivos, y producen hemorragias internas en el ser vivo al ser unos potentes inhibidores de quitina. Son tan corrosivos que para su manipulación es necesario el uso de guantes y mascarilla protectora, ya que contiene organosfosforados.

BATALLA LEGAL

La colocación de cebos envenenados fue legal hasta 1984. Hoy es un delito recogido en el Código Penal, que establece penas de seis meses a dos años de prisión (y hasta cinco años en casos muy graves), acompañadas de la inhabilitación para la caza por un período de tres a ocho años.

En España se han dictado sólo cinco sentencias condenatorias, y todas ellas en los tres últimos años; la más reciente, el pasado 10 de septiembre, cuando el Juzgado de lo penal número 5 de Mallorca condenó a un cazador a seis meses de prisión y a cuatro años de inhabilitación para la caza.

La sentencia más sonada fue la que sentó el precedente nacional, en julio de 1998, condenando al empresario de calzado deportivo Paredes, que había sembrado de cebos su finca de Sucina, en Murcia. En 1999 hubo otros dos procedimientos condenatorios, en Ciudad Real y en Huesca, y en mayo de 2000 fue condenado el dueño de una finca cacereña.

Los venenos que se están utilizando para eliminar fauna son, sobre todo, organofosforados, sustancias como el carbofúrano o el aldicarb, «de toxicidad elevada en cantidades muy pequeñas, de tres y de una partes por millón, respectivamente. Un miligramo basta para matar a un ave de un kilo de peso. Son mucho más tóxicos que la estricnina -un "clásico", de venta autorizada en tiendas de productos químicos, actualmente de uso marginal- y más fáciles de conseguir. Ambos aparecen en productos fitosanitarios de uso común. El cianuro, encontrado en los análisis de animales envenenados en Asturias, es un componente de los raticidas.

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