Así se lo ha comunicado el jefe de Servicio Territorial de la Junta en León, Fidentino Reyero, a los ganaderos de la zona, con los que ha mantenido una reunión para explicarles los resultados y para comentarles el tratamiento que han de dispensarles, según ha explicado la Agencia EFE.
Parece ser que los caballos habían estado pastando, como es habitual, libremente por los prados hasta entrado el otoño, aunque este año durante más tiempo, como consecuencia de las altas temperaturas registradas en esta estación.
Sin embargo, con el frío y la humedad, la riqueza vitamínica y de minerales de los pastos disminuye, lo que afecta negativamente a los animales, que no ven complementada su alimentación de otra manera.
Al laboratorio regional, se habían llevado muestras de orina, hígado y sangre, entre otras, del animal, si bien a la Facultad de Veterinaria se remitió un caballo entero.
Reyero ha recomendado a los ganaderos que una vez que los caballos contraen la enfermedad, les apliquen antiinflamatorios, analgésicos y suero salino con el fin de intentar curarles.
También les ha instado a que apliquen a sus equinos, por vía subcutánea, en esta época y año tras año, selenio y vitamina E.
Por otra, parte ha afirmado que los resultados de los análisis realizados por el Laboratorio de Salud Pública de León al agua revelan que no hay presencia de metales pesados como arsénico, plomo, mercurio y cadmio.
Además, la Escuela de Ingeniería Agraria de León, encargada de analizar los pastos, también ha notificado que no existe ninguna especie que pudiera provocar en los animales ningún tipo de toxicidad.
Fuente: Agencia EFE
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