Descubierto un depósito ilegal de munición de guerra contra la caza furtiva

Según un comunicado remitido por la Agencia EUROPA PRESS, la Guardia Civil ha detenido a cuatro personas por su presunta implicación en delitos contra la flora y la fauna y ha descubierto un almacén de munición de guerra, una operación denominada 'Rehala' y desarrollada en las provincias de Madrid y Toledo, informó hoy el cuerpo armado.
Las investigaciones se iniciaron en el mes de noviembre del pasado año por agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de Madrid, tras haber intervenido una patrulla de Miraflores de la Sierra un rifle y un silenciador cuyas características eran totalmente coincidentes con otro intervenido en Salamanca en otra operación similar.
Este hallazgo iniciaba las oportunas pesquisas para el esclarecimiento de la posible existencia de un grupo organizado especializado en la caza furtiva de especies cinegéticas, no cinegéticas y en peligro de extinción, que pudiera estar desarrollando su actividad por todo el territorio nacional, especialmente en reservas naturales y fincas de caza mayor ubicadas en las provincias de Madrid y Toledo.
Fruto de estas investigaciones, la Guardia Civil constató que el grupo estaba distribuido por distintas comunidades, concretamente, entre Madrid y Castilla-La Mancha, cuyos integrantes mantenían frecuentes contactos, teniendo como nexo común una armería ubicada en la madrileña localidad de Villaviciosa de Odón.
Así, los agentes lograron identificar a uno de los presuntos cazadores furtivos, que tenía retirado el permiso de armas, al haber abatido en Castellón un macho de cabra hispánica de forma irregular.
El pasado 11 de febrero, dentro del dispositivo establecido, localizaron una posible cacería ilegal por parte de este individuo junto a otra persona en un paraje próximo al río Alberche, por lo que los guardias civiles vigilaron la zona durante toda la noche, momento en el que detuvieron C.F.G y S.G.T., ambos españoles. En el momento del arresto les fueron intervenidos un rifle del calibre 243 modificado con un silenciador, adaptado, así como restos biológicos que fueron remitidas al laboratorio para su estudio.
Al día siguiente, con la colaboración del Servicio de Protección de la Naturaleza de Toledo, los agentes realizaron una batida en las fincas donde pudieron haber los detenidos practicando la caza de forma ilegal. Allí localizaron el cuerpo sin vida de un ciervo, que presentaba un impacto de bala en el cuello. A continuación, recogieron muestras que junto a las halladas en la ropa fueron enviadas al departamento de Genética de la Universidad Complutense de Madrid y al laboratorio de la Dirección General de la Guardia Civil para la realización de estudios de ADN y balística.
En los registros efectuados en el domicilio del primer detenido, sito en la localidad de Almorox (Toledo) la Policía intervino un oso negro de Canadá, una alfombra de piel de antílope africano, una alfombra de piel de impala, trofeos de antílope africano, cráneos sobre madera, otro cráneo de venado, una rapaz Harris, así como varios focos, visores, linternas y un bípode.
Posteriormente, los investigadores localizaron el lugar en el que los cazadores furtivos conseguían los silenciadores y donde los cazadores que tuvieran retirado el permiso de armas y que carecieran de la correspondiente guía de pertenencia se hicieran con munición para rifles de gran calibre, lo que permitía ubicar una armería en la localidad de Villaviciosa de Odón.
En el registro efectuado en la misma a finales del pasado mes de febrero con la correspondiente autorización judicial, los agentes lograron localizar un depósito de munición de guerra y munición prohibida, que motivaba la detención de R.A.C., y donde se logró intervenir 2.039 cartuchos de guerra y arma larga rayada, 3.550 cartuchos para arma corta, 275 cartuchos de arma corta de punta hueca, 1.183 cartuchos de diferentes calibres, un rifle mono-tiro, modificado y tablas con colmillo de facochero africano. En la última fase, se detuvo a S.G.T., en la localidad de Alcobendas a quién se le imputa un delito contra la flora y la fauna