El accidente sufrido por esta persona destierra una vez más el topicazo de que un jabalí sólo ataca cuando se siente acorralado o herido. No es lo común que un jabalí ataque a una persona sin darse estas circunstancias, pero en ocasiones sucede. Quien sabe si días antes el animal, había asistido a cómo los cazadores aniquilaban a su familia. Hay que tener mucho cuidado con estos animales en el campo. Sus navajas pueden matar a una persona.
Si alguien conoce más casos de un ataque de estas características, me gustaría que nos lo transmitiera.
Aquí está la nocicia publicada en el diario alto aragonés.
http://www.diariodelaltoaragon.es/NoticiasDetalle.aspx?Id=615060
5 comentarios:
Hola!
Lo que no dice la noticia es que el susodicho jabalí estaba en una granja y que había sido "domesticado" como si de un perro se tratase. Según los dueños, el susodicho era "muy manso". Es lo que pasa cuando se confunde un animal doméstico con un jabalí. Es muy, muy fuerte el tema... Estamos todos imbéciles o qué. Yo pensaba que al menos en los pueblos esta clase de distinciones estaba bien clarita pero veo que nada de nada.
Saludos amigo,
nuria
Sin entrar en polémicas sobre si atacan o no a las personas, lo que está claro es que cada vez entran más en zonas periurbanas e incluso en jardines de urbanizaciones. Aquí se junta la sobreabundancia del súido en el campo y la invasión urbana en los montes.
En cualquier caso, hay que difundir que ante un jabalí lo mejor es no acercarse. Por el bien de los jabalíes y de los humanos. Lo mismo puede decirse de muchos otros animales, por muy inofensivos que sean.
A un jabalí no hay que acercarse por el bien de todos. ¿Pero si un jabalí te ataca por la espalda? El susodicho jabalí se ve que, después de un tiempo en cautividad (muy manso) fue soltado así como así. Imagino el lío de un pobre animal salvaje al que se le ha acostumbrado a que le alimenten... y luego tiene que buscarse la vida... Pues que lo han dejado un poco desamparado y desorientado, ¿no?. En fin, que el no cerebro de algunos humanos es mucho peor que el de un jabalí.
Saludos,
n.
buenos días:
despues de ver este comentario quisiera deciros que llevo toda la vida andando por el monte y monte cerrado sin miedo ni reparos ante cualquier tipo de bichería... el caso es que no hace mas de un mes, estando con mis perros por el monte un guarro se lanzo a mi perra (no soy cazador pero la perra por instinto natural es experta en manejarlos y torearlos ),despues de que la perra lo puteara dos veces el guarro se mando a mi y al cachorro que estaba a mis pies como un poseido...gracias que tenia la bici y la utilice de escudo palanqueando con la pierna y que la perra llego en un instante y nos lo quito de encima tampoco pesaria mas de 40 kilos osea que no era muy grande; a todo esto sucedio en un prado y el estaba alejado osea que acorralado no estaba..... Este mismo martes cuando caminaba entre unos helechos sin previo aviso otro guarro de dimensiones mucho , pero que mucho mas amplias cerca de a lo mejor 100-150 kg nos volvio a atacar mandamdo al cachorro (labrador de 6 meses) por el aire unos 5 metros a lo largo y yo me libre porque la perra a la que como veis le devo mucho se le hecho encima y me dio tiempo a poner piernas por medio. Resultado: yo temblaba como un cabron, el cachorro ya ni te cuento y paso un dia entero sin levantarse de los dolores; y la perra aunque se le escucho quejarse varias veces indemne practicamente pero si dolorida. Yo desde luego no voy a esperar a la tercera y ya no me meto al monte cerrado y le voy a poner al palo una puntera de acero y no llevo una pistola porque me pueden empurar que sino...Mucho cuidado con ellos; tienen una potencia ,agilidad y brabura de cuidado.La que si que no aprende es la perra que ayer mismo salio detras de una manada de ellos...
Yo he tenido varios encuentros con jabalíes, dos de ellos a muy corta distancia, en el primero fui yo quien sorprendió al animal, una hembra con crías, y huyeron ( menos mal porque era enorme), y en el segundo me sorprendió el jabalī a mí, se trataba de otra hembra con crías, no pude huir dado que me salió a menos de tres metros de mí y estaba rodeado de mucho árbol difícil de trepar y que encima hacían casi imposible la huida. Hice como si no estuviera, no le miré, y me alejé sin movimientos bruscos. Debo decir que si bien hay que ser prudentes, nunca me han atacado. Son buenos animales.
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