La lentitud y, en ocasiones ineficacia de la administración para acabar con construcciones en terreno rústico, hacen que cada vez éstas abunden más. Es necesario un cambio de legislación para que este tipo de infraestructuras se paren a tiempo.
Existen zonas donde las personas que poseen un terreno comprueban como a su alrededor surgen más y más viviendas. Esto da pie a lanzarse a implantar la casa prefabricada o las diferentes hípicas que últimamente están proliferando.
Desde que se presenta la denuncia, en los casos que afectan al medio natural, por parte de los Agentes Forestales o SEPRONA, el expediente entra en una travesía demasiado larga. Sólo el trámite del expediente administrativo dura alrededor de seis meses. Cuando llega al contencioso-administrativo existe la posibilidad de poder pedir la suspensión de las obras, en el caso de que no estén concluidas (en el juzgado suele permanecer al menos un año); y, una vez que se dicta la resolución, cabe la apelación ante el Tribunal Superior de Justicia. En total, pueden transcurrir entre tres y cuatro años. Pero estos periodos se amplian más y más.
En las imágenes, muestro construcciones que se han extendido en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, en la Comunidad de Madrid. Los Agentes Forestales han realizado el trabajo de denunciar, pero sus denuncias entran en el laberinto interminable de la administración. Hay que luchar por un cambio en la legislación.
Al mismo tiempo, surgen los vertidos de escombros, que dañan aún más el paisaje y la contaminación.
1 comentario:
el delito ecológico sale gratis... Este es un país de pasotas, la respuesta que se da es: "pero si todo el mundo lo hace..."
Saludos
Publicar un comentario