7.12.09

DEBATE EN LA VENTANA FORESTAL. EL ÉXODO RURAL, ¿BENEFICIA O PERJUDICA AL ECOSISTEMA?




Hoy comienzo en este blog una nueva sección: el debate. En ella propondré debates relacionados con el medio ambiente para que entre todos participemos y aportemos nuestro punto de vista.

El primero versa sobre un problema que ya se ha llevado por delante muchos pueblos en nuestro país, el abandono del campo y el traslado a las ciudades. ¿ Éste hecho beneficia o perjudica a nuestro ecosistema?.

El éxodo rural es un problema histórico. Los jóvenes huyen del campo hacia las ciudades, en busca de un trabajo más suave, de mejores remuneraciones, de promoción personal y profesional, de mayor acceso a la oferta de la sociedad de consumo. Es una huída hacia una pretendida sociedad del bienestar.

En 1900, el 50,8% de la población vivía en municipios de menos de 5.000 habitantes, mientras que sólo el 13,5% vivía en municipios de más de 50.000 personas. En 1930, en la primera categoría vivía el 40,2% de los españoles, y en la segunda el 19,8%. En 1950, sólo el 33,5% de la población vivía en localidades de menos de 5.000 habitantes, mientras que el 30,2% vivía en municipios de más de 50.000.

ÉXODO ACELERADO

Entre 1950 y 1981, se produjo un auténtico éxodo del campo a la ciudad. Con este éxodo rural, la sociedad española se urbanizó definitivamente, asimilándose a la de los demás países desarrollados. El exceso de mano de obra en el campo, que tantos conflictos sociales había provocado durante la Segunda República (el llamado problema agrario), y que se estaba agravando por los inicios de la mecanización agraria, se solucionó de raíz expulsando a la población campesina de sus lugares de origen. Los flujos se daban, en primer lugar, de las zonas rurales a las capitales de provincia; en segundo lugar, los flujos se dirigían hacia los grandes polos de desarrollo: a las regiones industrializadas de Cataluña y el País Vasco, al polo político-industrial de Madrid, y hacia la costa y las regiones industriales de la Comunidad Valenciana.

Así, el periodo 1950-1981 fue una época de grandes desbalances regionales, sin precedentes en la historia demográfica española. En este periodo, la provincia de Madrid ganó 2.800.675 de habitantes, y la de Barcelona 2.386.615 (sus poblaciones más que doblándose en 30 años).4 Sin embargo, mientras tanto 23 provincias perdieron de manera absoluta población, y Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León (salvo el foco de Valladolid), gran parte de Andalucía y Aragón (salvo el foco de Zaragoza) vieron reducidos de manera muy importante su capital humano.

Además, en general (salvo para Andalucía), las zonas de emigración eran las zonas menos densamente pobladas, con lo que las diferencias en la distribución de la población se exacerbaron aún más entre el interior, despoblado (calificado gráficamente como el "desierto central" por Jordi Nadal), y las zonas costeras y Madrid, con densidades de población extremadamente más elevadas. En 1950, Barcelona (la provincia más densamente poblada) tenía 289 hab./km2, 19 veces más que Huesca (la provincia menos densamente poblada). En 1981, Barcelona había alcanzado los 598 hab./km 2, lo que era 62 veces más que Soria (la provincia menos densamente poblada desde los años sesenta).

EL ECOSISTEMA. ¿BENEFICIOS O PERJUICIOS?.

Y tras las cifras, llega la pregunta. ¿El ecosistema se beneficia o se perjudica?.
Cierto es que la despoblación de los pueblos está llevando al abandono de labores tradicionales. La disminución de las cabañas de ganado así como recogida de leñas están provocando la falta de intervención en las masas forestales salvo las practicadas por la administración.
En el polo opuesto figuran los beneficios que se están produciendo en los ecosistemas.
La disminución de la extracción de leñas ha beneficiado a muchas de nuestras masas forestales, históricamente intervenidas por el consumo de madera para calefacciones o para elaboración de carbones.

La reducción del sobre pastoreo ha beneficiado a algunas especies que mantenían una tremenda limitación para regenerarse por la acción del ganado.
En cuanto a la fauna, la presión que han dejado de padecer algunas especies ha provocado su regreso a zonas donde habían desaparecido.
Entre ellas destaca el lobo, que está volviendo a territorios donde antes había sido exterminado. El lobo es una de las especies que más se ha beneficiado del éxodo rural en España.
Corzos y jabalíes han incrementado su número en algunas zonas por la caza controlada y también por las reservas de caza.

Espero vuestras opiniones. Muchas gracias.

10 comentarios:

izas dijo...

Hola amigo,

El éxodo, tal y como lo conocemos, pronto desaparecerá. Los ancianos octogenarios serán los últimos testigos de la Iberia autóctona, la autentica, donde reina el silencio, el ruido de los arroyos, el colorido de las voces de los animales.. Es posible que la despoblación de los lugares rurales sea la única oportunidad que le podemos conceder a la "Madre Naturaleza" para que se regenere, y restablezca el órden, para que generaciones venideras puedan ver con sus propios ojos lo que fue el campo. Ojalá permitamos acabar con la contaminación lumínica.. Hace mucho tiempo que no veo las estrellas con claridad.
Saludos.
izaskun

Anónimo dijo...

¡Hola! en primer lugar quiero felicitarte por este blog, me parece fantástico y super interesante. Respecto al tema que planteas, desde el punto de vista del ecosistema por un lado creo que es beneficioso el éxodo rural ya que como bien dices muchos animales han ampliado su terreno para vivir, ya que la presencia del hombre les ahuyentaba por el ruido y movimiento del campo en general.
Muchas tierras antes eran para el cultivo y hoy en dia están llenas de escobas y arboles haciendo que los animales ganen terreno. Por otro lado ha afectado negativamente porque muchos rios están cegados, ya que acumulan un gran número de troncos y ramas rotas, secas, que bajan rio abajo y llegan momentos en que se estancan provocando ensanches del rio y inundandaciones de prados. Al igual que los
Al igual que los rios muchas tierras de cultivo en las faldas de las montañas han desaparecido, y extensas llanuras de prados que antes eran para pasto de ganado, ahora ni se siegan ni se limpian dejando un paisaje un poco desolador. El trabajo del hombre ahí era muy importante ya que en su busca de madera para la chimenea, limpieza de sus prados y tierras, hacian que todo se mantuviera mejor.
Finalmente es una pena pasear por un pueblo y ver que sólo se asoma a la ventanita de la casa una o dos personas, ya que el resto de las casas o están vacías o caídas. Habrá que acostumbrarse ya que dentro de pocos años en muchos pueblos de Castilla no quedará nadie, y dar un paseo y no ver humo saliendo de una chimenea no es lo mismo.

Un saludo y hasta pronto.

Miguel dijo...

En mi opinión el éxodo rural tiene sus cosas buenas y sus cosas malas.

Por un lado, es verdad que está dejando espacio para que varias especies recuperen territorios que habían perdido. Algunos de los beneficiados son el lobo, el ciervo, el meloncillos y sobre todo el jabalí.

Sin embargo, la desaparición de la mano del hombre de los ecosistemas, está acarreando problemas de pérdida de biodiversidad, ya que los paisajes tienden a hacerse homogéneos (por ejemplo al cerrarse el matorral y perderse ambientes ecotonales). Esto es así porque nuestros ecosistemas evolucionaron durante millones de años junto a una megafauna herbívora que, como los elefantes, generaba destrucciones de maleza y paisajes en mosaico. El ser humano ha venido a remplazar de algún modo esa función, y cuando desaparece debido al éxodo rural también desaparece buena parte de la biodiversidad.

Saludos

JAVIER dijo...

Hola tu blog me parece muy interesante y me creo que haceis muy buena labor de divulgación.

La naturaleza y el medio natural no se puede entender sin una relación de dependencia con el hombre. El uno necesita del otro y juntos evolucionar y desarrollarse en armonía, el problema viene cuando se vislumbran intereses territoriales, urbanísticos o políticos y todo ello sin una gestión ordenada y proteccionista desemboca en caos y neglicencias varias que terminarán por acabar con la paz y ternura de los paisajes naturales.

Un cordial saludo
(calceolusycentaureas.blogspot.com)

Jose Miguel Pintor / Mail: jose.m.pintor@gmail.com dijo...

Hola, yo veo que en general la fauna y flora ha ganado y sigue ganando y progresando con la despoblación humana de las zonas rurales, yo puedo decirte que mi familia proviene de tierras de Soria y que ellos cada vez que vuelven por allí siempre hablan de cómo los montes que ellos conocieron casi pelados de vegetación cuando eran críos, ahora están ganando en verdor, se ven muchas sabinas albares, coscojas, enebros y otras plantas, reconocen que antes se sobrexplotaban esos montes con el pastoreo. En el Pirineo Aragonés veo que el bosque está regenerándose y creciendo, cada vez los pinos suben más alto en las montañas, tal vez sea un poco por el cambio climático, pero también por la falta de pastoreo, las plantas se comen los pueblos abandonados creciendo desde dentro de las casas tal como pasó con las ciudades de la extinta cultura Maya en la selva. Algunas especies de animales se están empezando a recuperar, como el corzo, el jabalí, la cabra montés o el lobo. Por otro lado hay zonas en que la presión turística y urbanística ha ido en aumento y eso no es nada favorable para el medio natural, pero creo que en general el abandono rural ha sido un respiro para el medio natural que estaba muy castigado. Lo que dice “Anónimo” de que los prados y praderas sin segar y limpiar presentan un paisaje desolador, no me convence mucho, y no creo que la naturaleza necesite del hombre para limpiar sus prados y tierras, me parece que la Tierra ha evolucionado durante millones de años sin el hombre de forma muy positiva para su biodiversidad, hasta que llegamos nosotros y empezamos a castigar todo, pronto la misma Madre Tierra se rascará sus pulgas que somos nosotros los humanos y la evolución de la vida seguirá en este planeta.

Christian Gilaberte Sánchez dijo...

Muy buenas, en mi opinión no cabe duda de que el éxodo rural ha favorecido al ecosistema, no teniendo este presión de aprovechamientos madereros, ni de pastoreo, ni clareos, etc. Pudiendo así la vegetación seguir sus etapas naturales de sucesión hacia su máxima, ya sea esta un encinar, un pinar de pino silvestre, etc. Bien es cierto también que no se debe aplicar la ley de matar al perro para curar la rabia, es decir, que se tenga que recurrir a hacer de nuestros pueblos de interior pueblos de veraneo para así conservar el ecosistema que allí existe. Personalmente creo que con los conocimientos de que disponemos hoy en día se debería empezar un plan serio de estimulación rural para así hacer posible una realidad de vida en estos pueblos y a la vez proteger y conservar las maravillas naturales que afortunadamente tenemos.

Un saludo.

Unknown dijo...

estoy de acuerdo con que ha ayudado a una recolonización de especies,lo que debemos intentar es reconducir esa colonizacion natural,puesto que muchos espacios, fueron modificados y es muy dificil, que las especies que fueron autoctonas, ahora puedan desarrollarse con normalidad por si solas.
un saludo y enorhabuena

David-La Ventana Forestal dijo...

Muchas gracias por todos vuestros comentarios, han sido muy interesantes y constructivos. Creo que todas las personas que han intervenido están de acuerdo en que el éxodo ha favorecido los ecosistemas. Me encantó el comentario de José Miguel Pintor sobre "la Madre Tierra se rascará sus pulgas". Esta claro que eso va a suceder. Y nos va a mandar a paseo cuando no soporte nuestra contaminación. Estoy convencido de que la naturaleza es sabia y antes de que acabemos con ella acabará ella con nosotros. Saludos.

Unknown dijo...

Si desaparece la vida rural no dudéis que la catástrofe ambiental está asegurada. No es posible entender al ser humano apartado del medio natural. Ésto es un asunto realmente problemático porque, aunque la Tierra sólo nos lleve soportando unos cientos de miles de años, somos una especie que evoluciona en ella y con ella y ésto no se puede obviar haciendo que toda la población humana se aliene en ciudades, que no son más que ecosistemas artificiales creados para cubrir las necesidades de consumo de una sociedad muy compleja.
Si lo pensamos detenidamente podemos llegar a la conclusión de que ciudades y pueblos se necesitan entre sí. Una ciudad como centro de consumo no puede abastecerse por sí sola, ya que ésta no se trata de un sistema cerrado de energía como si fuese una esfera que no se relaciona con el exterior, de hecho, necesita de los recursos que da la Tierra y éstos (sobre todo los alimentos) pasan un proceso de transformación llevado a cabo por personas que obtienen esos recursos directamente de las interacciones entre naturaleza y ser humano (sector agrario) y que viven de ello y necesitan extraer los recursos a un ritmo sostenible y respetuoso con el paisaje.
Otro aspecto a tener en cuenta es la pérdida de calidad de los alimentos a medida que éstos sufren de mayor manipulación industrial. Cuantas más zonas rurales sufran de despoblación, envejecimiento y abandono más se potenciará la agricultura y ganadería intensivos, los cuales se instalan cerca de los grandes centros de consumo no buscando cubrir las necesidades alimentarias de la población sino producir más para vender más barato a costa de la calidad, elaborando productos de elevada toxicidad.
Otra razón por la que defiendo la repoblación de las zonas rurales es por el riesgo que existe de que se pierda el legado cultural en forma de oficios tradicionales que se ha ido transmitiendo de generación en generación y que nos ha permitido conocer, valorar y aprovechar la naturaleza de forma sostenible hasta hace poco más de 150 años.
No obstante, sí estoy de acuerdo en que ha habido especies animales que han visto devastadas sus poblaciones por los usos abusivos del ser humano rural, pero no es menos abusiva la gestión actual de la caza que es practicada cada vez más por cazadores “urbanizados” y que está enfocada a mantener muchos ejemplares sin respetar la razón sexual de machos por hembra, que deteriora el legado genético, que no respeta la función de los depredadores y que además mantiene a las poblaciones en ecosistemas con poca capacidad de carga a base de alimentarlas artificialmente. Por lo que, efectivamente, las especies de las poblaciones cinegéticas (las que interesan) se mantienen o crecen espectacularmente, y el resto, sencillamente desaparecen.
En cuanto a las especies de flora, es cierto que han mejorado muchos espacios forestales al avanzar las series de vegetación que tienden a composiciones climácicas, liberadas ahora del pisoteo. Pero podría solucionarse ésto con buenos planes de repoblación y ordenación del territorio rural, en caso de una vuelta a los pueblos.
MUCHAS GRACIAS.

Anónimo dijo...

buenas tardes a la peña. yo lo que creo es que la respuesta a esta cuestion es "segun". si la gente " indeseable" ( ruego se me perdone por la crudeza del aserto. me refiero a indeseable desde el punto de vista medioambiental: ignara e irrespetuosa con la hermana-madre tierra ) se marcha del campo a la ciudad, eso es bueno, por que allí, bien junticos, dejan tranquilo al campo. por otro lado, es incontestablemente bueno, que haya gente respetuosa y cuanta mas mejor en el campo.soy testigo de todo el bien que pueden hacer estas personas al campo siendo, ellas mismas, "campo" tambien.
he dicho.