26.11.12

FERNANDO PALACIOS: “ EL LOBO EN TODO EL TERRITORIO PENINSULAR ESPAÑOL TENDRÍA QUE SER UNA ESPECIE DE INTERÉS COMUNITARIO QUE REQUIERE PROTECCIÓN ESTRICTA, COMO SUCEDE EN EL RESTO DE EUROPA”




Han pasado tres años desde que hablamos con Fernando Palacios, científico titular del departamento de biodiversidad y biología evolutiva del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid. Está a punto de cumplir 40 años de trabajo siguiendo y estudiando por toda España al lobo ibérico. Hemos vuelto a hablar con él para conocer la situación actual del lobo en nuestro país. Fernando vuelve a incidir en que las administraciones no están cumpliendo con su cometido en lo que respecta a la conservación del lobo.

“A mí me parece mal que se cace el lobo, ya que el lobo en España tendría que estar como en el resto de Europa, como especie que requiere protección estricta y no como especie cinegética. El problema de todo esto es que el lobo no sólo no se recupera, sino que nunca va a estar en condiciones aceptables, es decir con grupos estables, organizados en base a sus tradiciones comportamentales ecológicas y sociales naturales, que se van trasmitiendo a los descendientes. Necesitamos grupos que cumplan una función ecológica y que constituyan una población viable y que no estén perseguidos.  

Lo que va ocurriendo con el lobo es que al formar grupos reproductores existen mas necesidades de alimento y se incrementan los ataques al ganado y son objeto de persecución, el control reduce el numero de individuos en los grupos, en muchos casos dejan de reproducirse, incluso desaparecen, en otros casos se mantiene la pareja o se constituye en unos años una nueva pareja, con la cría de nuevo se incrementan los ataques a la ganadería, se les vuelve a perseguir y se vuelven a eliminar. Es un ciclo constante de vida y de muerte en el que la conservación no está garantizada, en realidad se mantienen grupos de lobos desestructurados, que no trasmiten las tradiciones y no cumplen su misión ecológica”, subraya desde la experiencia de muchos años de trabajo siguiendo los lobos y de muestreos camperos.

“Sin embargo, continúa, algunos grupos viven en condiciones naturales y no depredan sobre el ganado. Es el caso por ejemplo de un grupo que estudiaron Felipe Bárcena e Isabel Barja en la Sierra del Invernadeiro. Esta es una referencia de que mejorando el estado del hábitat y existiendo abundancia de presas naturales los lobos pueden especializarse en estas presas y dejan de atacar al ganado. En España hoy en día se cazan lobos en todos los grupos, incluidos aquellos que no atacan al ganado. La persecución es tanto por motivo de la caza como porque depredan sobre el ganado. Es un sistema perverso, España excluyó al lobo de la protección estricta en la mayor parte de su distribución, las administraciones han pagado estudios para situar todos los grupos de lobos, y ahora los explotan, lo que no se puede hacer en Europa legalmente se permite en España. Incluso se caza el lobo en los Parques Nacionales. Se olvidan las administraciones de que los parques se crean para conservar y proteger los valores naturales singulares, de modo que el ganado en los parques nacionales no es prioritario porque se trata de especies domésticas en su mayoría alóctonas que producen alteraciones en los hábitats naturales.


“EL LOBO NO SE ESTÁ GESTIONANDO BIEN EN ESPAÑA”

                 Heces para muestrear. Palacios recorre los territorios lobunos y recoge heces de lobo para obtener el ADN. Son jornadas maratonianas pero en la que se obtiene cuantiosa información.



Fernando insiste en que las administraciones no están trabajando bien en materia lobuna. Las administraciones tienen que comprometerse y cumplir con sus obligaciones. El lobo es una especie clave en los ecosistemas y beneficia a la biodiversidad. Aporta alimento sobrante a muchas otras especies que se benefician. El lobo además regula a las poblaciones naturales. Por lo tanto aquellas tienen que plantearse que España no es sólo un país de humanos, sino que es un país con especies salvajes y tienen que velar por ambas cosas y buscar soluciones que compatibilicen los usos humanos con la existencia de una Biodiversidad aceptable. Y no son sólo especies como cree el Ministerio de Medio Ambiente. Son especies y procesos. Lo que tenía que hacer la administración es colaborar con los científicos y establecer criterios de conservación a largo plazo que incluyan la mejora del hábitat del lobo. La administración está ignorando que para mantener poblaciones de lobo en estado de conservación favorable es necesario recuperar el hábitat y la recuperación del comportamiento trófico natural del lobo.

El lobo en España, como especie de interés comunitario, tanto al norte del Duero, donde es especie cinegética como al sur del Duero, donde es especie que requiere protección estricta, se debe conservar en estado favorable. Esta es la prioridad que establece la Directiva de Hábitats.

No mantener las poblaciones de lobo en España en estado de conservación favorable es ilegal. La conservación en estado favorable implica mantener las características del hábitat que repercuten en la existencia de una población (como son los recursos tróficos, la cobertura del hábitat), mantener el número poblacional de la especie, y mantener el área de distribución. Estos tres requisitos son fundamentales y obligatorios, pero se olvidan de ellos. No tienen en cuenta la obligación de mantener poblaciones en estado de conservación favorable y actúan al amparo de las excepciones de la Directiva de Hábitats y de la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad, que dicen que los individuos de las especies que producen daños reiterados a la ganadería o representan un peligro para la salud o para las especies amenazadas, pueden ser eliminados. Pero si solo actúan bajo ese principio, están actuando ilegalmente porque su obligación es mantener poblaciones en estado de conservación favorable. La forma actual de actuar conlleva la pérdida de muchos individuos y la desaparición de los grupos. En caso de poblaciones con pocos grupos y de pequeño tamaño, que son las más frágiles, al actuar en base a las excepciones dan lugar a la desaparición de las poblaciones.


Para la conservación en estado favorable tienen que diseñar y desarrollar las medidas necesarias para que una población de lobos sea viable a largo plazo y al mismo tiempo no sea una población que produce algún tipo de conflictividad o algún tipo de peligro. Esto implica actuaciones diversas en el hábitat y ordenación de los usos humanos en beneficio de la recuperación y naturalización del hábitat del lobo. Las Administraciones no tienen en cuenta eso y van directamente al control y al exterminio, y no están cumpliendo con la función prioritaria que es mantener poblaciones viables de lobo en estado de conservación favorable en España”, apunta con el desasosiego de ver cómo algunos grupos que ha estudiado con detalle, han desaparecido.

“EN MADRID, SEGOVIA Y GUADALAJARA EL LOBO REQUIERE PROTECCIÓN ESTRICTA”

Le preguntamos por la situación del Lobo en el Sistema Central. “El lobo no está siendo bien gestionado ni en Madrid ni en Guadalajara ni en Segovia.  La impresión que me da es que va a acabar desapareciendo. En las circunstancias socioeconómicas actuales es imposible lograr que exista una población viable del lobo en el Sistema Central. La aparición que el lobo ha tenido en el Sistema Central como consecuencia de la aplicación de la Directiva de Hábitats y de un largo periodo de reivindicación de la protección por parte sobre todo del Grupo Conservacionista CICONIA, condujo a que levantaran la mano y los lobos se pudieron extender desde el Duero, que era donde estaban los grupos más meridionales que se venían reproduciendo. Ha sido un largo proceso de casi treinta años y la expansión no llega a cien kilómetros. Sin embargo, lo que parecía que era una situación muy buena para el lobo en el 2010 y el 2011, no lo es tanto porque las Administraciones no están cumpliendo su función de conservación. Tanto en Madrid como en Segovia y Guadalajara, el lobo requiere protección estricta. Por parte de los Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid hay mucho interés y Medio Ambiente ha pagado los daños de la depredación al ganado, pero eso no es suficiente. Los cazadores y los ganaderos hacen de su capa un sayo y toman medidas. De hecho hace poco apareció un ejemplar muerto en el Valle de Lozoya. Los lobos en todos los grupos del Sistema Central están desapareciendo.

En Madrid el lobo crió el año pasado pero este año ya no ha habido reproducción, y solo quedan uno o dos individuos de ese grupo. Actualmente estoy muestreando una zona nueva en el oeste de Madrid en el límite con Avila y Segovia donde hay alguna observación reciente, pero fuera de la zona de distribución conocida de los últimos tres años.

En Segovia, un grupo ha desaparecido por completo y del otro, que veía reproduciéndose continuamente durante los últimos años, aparentemente queda solo una hembra. En Guadalajara, donde el lobo lleva dos años sin criar (2011 y 2012), parece que hay un macho subadulto. Hay una hembra también y a ver si tenemos suerte”, confiesa esperanzado.

En los cuatro grupos conocidos en el Sistema Central se ha pasado de unos 17-18 individuos totales en el 2010-2011 a 4-6 individuos en el 2012. Por eso comentaba antes que las condiciones socioeconómicas (caza, uso forestal, ganadería, etc) son muy adversas. De hecho tengo la percepción de que a pesar de que tenemos estructuras y presupuestos para gestionar correctamente el medio ambiente, quien en realidad realiza la gestión que repercute directamente sobre la biodiversidad son los titulares de los usos ganaderos, cinegéticos, forestales y agrícolas. Da la impresión de que las administraciones y los cuerpos de vigilancia apenas influyen en la gestión, la investigación científica por descontado no tiene influencia porque la sociedad actúa como si no fuera necesaria. En otros campos como la medicina o la industria la investigación es valorada pero en el campo del medio ambiente la investigación parece un estorbo para las administraciones y para los titulares de los usos.

Resulta incomprensible que en España, donde se han transferido las competencias de medio ambiente a las Comunidades Autónomas, la red de espacios naturales protegidos (parques nacionales, parques naturales y regionales, reservas naturales. áreas marinas protegidas, etc), los espacios de Red Natura y las demás figuras de protección no tenga científicos de plantilla que estén sobre el terreno haciendo investigación y aportando los resultados a los técnicos para una mejor gestión.

“HAY QUE MOTIVAR A LA SOCIEDAD Y PRESIONAR A LAS ADMINISTRACIONES”.

“Hay que motivar a la sociedad y presionar a las administraciones. Ahora lo que necesitamos es que los lobos del norte del Duero recolonicen otra vez el sur de Segovia, Ävila y Soria y lleguen al Sistema Central, porque la impresión actual es mala.

Cuando los conservacionistas nos reuníamos alrededor de CICONIA hace años y hacíamos jornadas, seminarios, escribíamos artículos y presionábamos y presionábamos, se originaba un intenso debate y las administraciones reducían la presión de la caza y el lobo se recuperaba. Sin que nadie gastase dinero del presupuesto se conseguían objetivos. Para mí es un logro que el lobo se pudiera desplazar hasta el Sistema Central simplemente porque se redujo la presión sobre el mismo, sobre todo como consecuencia de la aplicación de la Directiva de Hábitats que supuso un marco legal de protección al lobo durante unos años hasta que Castilla-León comenzó a considerar al lobo al sur del Duero igual que al norte del Duero. Ilegalmente, pero lo está haciendo. Desde que CICONIA cesó su actividad el lobo se ha venido abajo. Se ha dejado de tener fuerza suficiente para convencer a las administraciones de que la política tiene que ser distinta. Necesitamos nuevas asociaciones que movilicen a la población y que se hagan congresos y jornadas que sirvan para sensibilizar y movilizar. He llegado a la conclusión de que tenemos que volvernos a movilizar para lograr el apoyo y el compromiso de la sociedad en la conservación del lobo. Creíamos que lo habíamos logrado con la actividad del grupo CICONIA al comprobar que el lobo se estaba expandiendo hacia zonas donde durante décadas no había estado, pero hemos visto que en pocos años ese rédito ha desaparecido y la situación se está volviendo a recrudecer. Hoy en día de nuevo, a pesar de la legislación y de lo que invertimos en medio ambiente, el control de lo que ocurre con el lobo está en manos de los ganaderos y de los cazadores. Las administraciones de Madrid y de Castilla la Mancha tienen interés en la conservación del lobo pero no hacen gran cosa en la práctica. La administración de Castilla y León es antilobo y tienen entre ceja y ceja que el lobo sea especie cinegética, también al sur del Duero. Por el contrario, el descenso poblacional en el Sistema Central claramente aboga por incrementar la protección de la especie. Si el lobo no se establece con una población viable en el Sistema Central es imposible la recolonización hacia el sur, a lo cual se refiere la Estrategia Española para la Conservación del lobo. Esperemos que en Europa se den cuenta verdaderamente de la situación.

Por ello es importante también empezar a dar charlas informativas en los pueblos que tienen un hábitat potencial para el lobo a todos los grupos sociales. Desde luego en el Sistema Central hay que hacerlo y creo que voy a empezar a hacerlo. Es absolutamente fundamental porque hay que lograr que en los propios municipios se discuta y se tomen decisiones y se lleguen a acuerdos de lo que hay que conservar y hasta que punto. Yo creo que los ganaderos, que ahora ocupan todo el territorio por completo, tienen que ceder para que especies como el lobo puedan vivir. Y los cazadores también, porque hay tan pocas presas naturales salvajes que una parte importante de las que hay se las llevan los cazadores, entonces los depredadores no tienen prácticamente alimento natural. Con las cámaras de fototrampeo en las zonas de lobo en el Sistema Central se pueden hacer durante un periodo de dos o tres días fotos a varios cientos de animales domésticos (vacas, caballos, etc) y no fotografiar a prácticamente ningún ungulado salvaje. Se puede decir que el ganado doméstico en los hábitats de montaña ha sustituido casi por completo a los ungulados salvajes.

“HAY QUE CAMBIAR LOS PLANES DE MANEJO GANADERO”

“Los sistemas de manejo de los ganaderos tienen que cambiar, resulta necesario hacer un pastoreo ecológico, rotativo, solidario. No podemos tener tanto ganado suelto libre incidiendo constantemente en las mismas zonas porque hace muchísimo daño en la naturaleza, contamina las aguas de los ríos y consume la vegetación. En verano existe una sobresaturación de ganado en los cauces que produce una gran destrucción”.

Habla del pastoreo con la intención de buscar un cambio.
“El ganado tiene que estar vigilado y custodiado, necesitamos que el pastoreo se desarrolle con planes de pastoreo y con pastores que estén formados y experimentados y que cumplan los planes de pastoreo de manera estricta para que, a través de la rotación, no se haga daño a los hábitats vegetales ni a los ríos. Y que además el ganado esté separado de alguna manera de los depredadores en los aspectos tróficos. Esto se puede hacer con pastoreo vigilado durante el día con pastores y perros, y encerrando el ganado en corrales durante la noche. Es evidente que esto es costoso. Por ello, las ayudas a la ganadería se podrían dirigir a sistemas de pastoreo basados en las buenas prácticas (compatibles con la biodiversidad) para la contratación de pastores especializados, y de ese modo se crearían puestos de trabajo. También resulta necesario repartir la renta en las zonas de montaña que ahora se concentra en muy pocos ganaderos que se benefician de la situación

Por otro lado, el territorio ocupado por la ganadería se debe reducir, las áreas de cría del lobo deben ser zonas sin ganado, donde prosperen los ungulados salvajes, o en las que la ganadería no sea el principal objetivo, y no debe existir actividad cinegética. Hay que tener en cuenta que el lobo al sur del Duero y por lo tanto en el Sistema Central es una especie prioritaria (Anexo II de la Directiva de Hábitats) y como tal resulta obligatorio designar zonas especiales de conservación (ZECs) para la conservación del lobo y su hábitat en estado favorable. Estas zonas especiales de conservación tendrían planes de gestión adecuados para la conservación del lobo. Se trata de una tarea pendiente que tienen que acometer las administraciones porque su obligación es cumplir las leyes y las directivas. La creación de un parque nacional, un parque regional o la designación de una ZEPA para un ave determinada o una comunidad no es equivalente a la declaración de ZECs para especies prioritarias. Además,un sistema de pastoreo con custodia y vigilancia del ganado, ecológico y solidario podría también llevar a la eliminación de los cientos de kms de vallados que hay en las zonas de montaña.

Por otra parte hay que hablar de las prácticas forestales, que también contribuyen a reducir muchísimo la vegetación disponible para la alimentación de los herbívoros, y tienen efectos acumulativos con las prácticas ganaderas, dfe manera que en conjunto la cantidad de biomasa disponible, sobre todo en los periodos críticos, es mínima. Esto afecta a la ganadería, de hecho hay muchas zonas de la propia sierra donde les tienen que aportar alimentación adicional, pero la cuestión relevante respecto al lobo es que la densidad de ungulados salvajes especialmente del corzo es muy baja por falta de recursos tróficos.

Las prácticas forestales negativas que implican la limpieza exhaustiva del pinar para la prevención de incendios y para evitar la competencia de otras especies con los pinos se están generalizando a todo el bosque y se comienzan a realizar en el rebollar, observándose en los últimos años que la maquinaria moderna en las entresacas de rebollos también descuaja todo el matorral y deja solo los rebollos y el suelo limpio.

Respecto a la necesidad de cambios en la gestión ganadera, un estudio de fin de carrera que se hizo en la Sierra de la Culebra refleja que los ataques de lobos a rebaños que estaban bien vigilados y custodiados producían una media de mortalidad de una oveja por ataque, la cual es una cifra muy pequeña. Si un lobo ataca un rebaño cinco veces al año, en esas condiciones, mataría cinco ovejas que es sostenible. Pero si pasa como en Duruelo (Segovia) que se dejan las ovejas en un corral en medio del campo sin vigilancia, llega el lobo y no es que mate 120 ovejas, sino que la mayoría murió por asfixia. Esa no es una buena situación porque esas ovejas no pueden estar en un corral accesibles. Tenemos en el Sistema Central y en las demás zonas de la península esa situación de ganado libre o no custodiado correctamente”.


PARTIDARIO DE LAS REINTRODUCIONES

Le preguntamos sobre las reintroducciones. “Yo soy partidario de las reintroducciones experimentales. Las administraciones en España son reacias a las reintroducciones y tienen obligación de hacerlo. Por ejemplo en Castilla-La Mancha el lobo es especie en peligro de extinción y tienen la obligación de poner en marcha un plan de recuperación en Montes de Toledo ya que son poblaciones históricas que desaparecieron en la década de 1980. El Plan Director de Parques Nacionales también dice que en caso de poblaciones históricas de especies autóctonas se puede proceder a la reintroducción, pero no se hace. Por ejemplo, aún no se han hecho reintroducciones experimentales de lobos en Cabañeros, en Sierra Nevada o en Doñana donde los lobos contribuirían a la evolución de las poblaciones naturales de grandes herbívoros salvajes”.

Se muestra tremendamente contrariado con la gestión del lobo que se está llevando a cabo en Castilla y León. “La administración de Castilla y León ha puesto a los Agentes Medioambientales, que han estudiado y se han formado para la conservación, a perseguir lobos con los rifles. Eso debe ser un trauma para la mayoría de los Agentes, aunque probablemente haya algunos agentes que les guste hacer eso. Pero yo pienso que en principio los Agentes deberían rechazar una situación de ese tipo, ya que son conscientes de que el lobo al sur del Duero es una especie que requiere protección estricta. Es una especie con la categoría de prioritaria a nivel de la Directiva de Hábitats, es decir la máxima categoría de protección de una especie en Europa, y los agentes tienen que ser conscientes de eso. En Castilla y León se ha organizado un sistema de gestión que parece que es muy eficaz para la eliminación de lobos, ya que tienen una empresa con unos veterinarios que hacen el peritaje de los daños y cuando hay dos o tres ataques continuados en una zona, esta empresa llama a los agentes medioambientales designados para perseguir al lobo para que hagan las esperas y maten a los lobos. Por ejemplo, en Segovia, en el grupo de Cerezo de Arriba, los Agentes Medioambientales designados para abatir lobos, han sido vistos con los rifles en la zona. En 2012, como consecuencia del ataque que tuvo lugar en mayo en Duruelo, los ejemplares de ese pequeño grupo de Cerezo de Arriba han desaparecido”, apunta.

“También hay que resaltar la incongruencia administrativa que se produce por la situación a un lado y a otro del Sistema Central. En Madrid los Agentes Forestales tienen objetivos de realizar tareas de vigilancia para la conservación del lobo mientras que en Segovia los Agentes Medioambientales tienen objetivos de abatir los lobos. Tratándose de la misma población de lobos nos encontramos ante una situación que dista mucho de ser propia de un estado adecuadamente ordenado y organizado”.

“NO ESTÁN DEJANDO QUE EL LOBO SE EXTIENDA HACIA GUADALAJARA”

Hace referencia al grupo de Lobos que se encontraban en la zona de la localidad segoviana de Cerezo de Arriba y que podría haber sido clave para la progresión del lobo hacia Guadalajara y hacia la Sierra del Rincón.
“Ese grupo tenía un potencial extraordinario ya que tiene al lado el Pico del Lobo, el Puerto de la Quesera, y la Cebollera y por el otro lado la zona alta de Montejo de la Sierra y del Cardoso. Tanto la zona del nacimiento del río Jarama, como la del nacimiento del río Berbellido y hacia el Jaramilla es una zona magnífica, por el lado de Guadalajara y de Madrid para la existencia de lobos. Y también toda la falda norte de la Sierra de La Pinilla, entre el Puerto de la Quesera y el Puerto de Somosierra, pero no les han dejado llegar.
En Guadalajara el grupo de Galve y de Cantalojas, que está en una zona muy buena, desde el 2010 al 2012 ha pasado de siete ejemplares a dos ejemplares y ya llevan dos años sin criar (2011 y 2012). La Sierra del Rincón es otra zona muy buena, pero tampoco ha llegado. He estado muestreando en Ávila en toda la primavera de este año en la zona donde dicen que hay ataques en la Paramera y en la Serrota y no he encontrado muestras de presencia, al igual que en el Río Moros y en la Mujer Muerta en Segovia. El grupo que apareció en Revenga y Riofrío en 2007 parece que ha desaparecido por completo. En la Sierra de la Paramera lo que si parece que hay en algunos puntos es un trasiego de perros importante. Las otras zonas de Segovia de donde podían venir ejemplares están muy diezmadas por la mala gestión de Castilla y León”.


“SE NECESITAN MÁS PRESAS NATURALES EN EL CAMPO”

Subraya la problemática que existe sobre la importancia de los planes de gestión ganadera que contribuyan a disminuir los ataques de lobo hacia el ganado. “Es importante que los lobos no depreden sobre el ganado y la única manera de conseguir eso es, aparte de los cambios citados en la gestión de la ganadería, que haya suficientes presas naturales para que el lobo deprede sobre ellas y adapte su comportamiento trófico al consumo de presas naturales. Si un grupo de lobos consume alimento de presas naturales paulatinamente adquiere esa especialización trófica y la trasmite a sus descendientes. Esto ha sido demostrado en la República de Georgia por Badridze. Lo que ocurre hoy en día es que los herbívoros salvajes han sido sustituidos por herbívoros domésticos. Se puede hacer un recorrido por la montaña de 20 km en un día y observar numerosas vacas y caballos y tres corzos. Este dato serviría para que los técnicos digan que el corzo es abundante y que el lobo tiene suficientes presas naturales, de manera que no se toma ninguna medida. ¿Es eso realmente cierto?. Qué pensaríamos si fuera al revés, que viéramos en una salida numerosos corzos y pocas o ninguna vaca. En este caso, que es diametralmente opuesto, por lógica si se podría decir que el corzo es abundante, pero en el caso anterior no.

Pero el caso más normal es el más extremo. Un recorrido de 20 km por zona de montaña y la visualización de un corzo, o de ninguno. ¿Cómo se puede conservar un gran depredador como el lobo en estado favorable si apenas dispone de presas naturales y se ve obligado a consumir animales domésticos, resultando en una predisposición de los ganaderos contra él?.

La abundancia de herbívoros salvajes podría ser posible si el ganado no consumiera casi todo el alimento disponible y no perturbara el hábitat, y si los cazadores no cazaran la mayoría de los corzos. Situaciones como la de la Sierra de la Demanda o la Sierra del Invernadeiro en los años 70s donde se veían numerosos corzos no existen en el Sistema Central. Simplemente no ocurre por las alteraciones que producen los usos humanos. Esto permite hacerse una idea del recambio, de la sustitución, que a través de la explotación ganadera abusiva ha ocurrido en el medio natural, de animales domésticos por animales salvajes. Mientras esa situación no se modifique y el lobo siga depredando sobre el ganado, porque apenas hay presas naturales para cambiar esa tendencia, mantendrá ese comportamiento a largo plazo y tendremos lobos depredadores de ganado que producen conflictos.

Mantener una población viable de lobos en el Sistema Central no es posible si todos los usos repercuten negativamente sobre la disponibilidad de alimento para el lobo. La lógica conduce a pensar que es necesario actuar en dos direcciones, con medidas para reducir la depredación sobre el ganado y con medidas para el aumento de las presas naturales salvajes. Entre estas medidas destacan: custodia del ganado, reducción de la cabaña ganadera y reducción del territorio de pastoreo; reducción de la actividad cinegética; y desarrollo de una actividad forestal compatible con la existencia de vegetación que aporte alimento a los ungulados salvajes. Esta vegetación además de los árboles de montaña como servales, mostajos, fresnos, abedules, manzanos silvestres, etc, prioritariamente la constituyen las rosas silvestres, los majuelos, las zarzamoras y los acebos, por poner unos ejemplos.

¿Dónde hay corzos?, pues fundamentalmente en las zonas áridas de la meseta donde se ha expandido recientemente y no compite con el ganado, dispone de alimento y no se caza en exceso. En realidad hay una competencia muy fuerte por el alimento con el ganado, ya que éste tiene mucha más eficiencia en el uso del hábitat que los herbívoros salvajes. El ganado ramonea todas las hojas desde el suelo hasta una altura mucho mayor que el corzo, de rebollo, de rosa, de majuelo, consume todo el pasto y no deja prácticamente nada. Y además es una presión constante porque está encerrado en los vallados ganaderos. Salvo alguna finca privada o alguna dehesa, la densidad de corzo es bajísima por dichas razones. La densidad de jabalí es algo más alta, pero el jabalí si no es joven es muy difícil que el lobo lo capture. Es una presa estacional que no abastece al lobo durante todo el año. Prácticamente todos los grupos de lobos que he estudiado en los últimos tres años y sobre todo el grupo de Madrid, consumía muchos jabalíes juveniles durante el verano. En la época de cría, en 2011, gran parte de la alimentación se basada en el jabalí ya que el lobo crió en una zona muy querenciosa para esta especie, y en la zona de juego de los lobos juveniles se encontraban abundantes huesos de jabalí”.

Le preguntamos por las indemnizaciones que la Comunidad de Madrid ha establecido para los ganaderos afectados por el ataque del lobo. “Creo que es un paso positivo. De hecho en 2011, no estando lista la norma reguladora, al parecer medio ambiente lo pudo solucionar y se pudieron pagar. Pero en Madrid, la situación presenta algunos desajustes. La guardería forestal está en una Consejería distinta de la de medio ambiente y esta situación no es la mejor para la definición y ejecución de objetivos y tareas, para la colaboración y el trasvase de información. L@s Agentes quieren formarse y quieren participar en las tareas de muestreo y obtención de datos para la conservación, Medio Ambiente también muestra buena predisposición para la conservación. Pero al estar en dos Consejerías hay trabas y quizás falta una mayor sincronización dado que son dependientes para el cumplimento de sus objetivos. Por otro lado, creo que el conjunto del sistema que forman medio ambiente y los Agentes Forestales tiene que penetrar más en la Sociedad, no es solo una cuestión de vigilancia, de pago de indemnizaciones, de medidas de gestión y de sanciones, se debe profundizar en establecer vínculos con la sociedad y contribuir a que las comunidades del Sistema Central conozcan la problemática y se vinculen al esfuerzo común de conservación.

Algo no ha funcionado bien porque el grupo de lobos que crió en el 2011 y que estaba perfectamente localizado casi ha desaparecido. Creo que es necesario realizar un análisis para detectar los déficits y solventarlos, para ser mucho más eficientes. Es muy probable que uno de estos déficits sea que los Agentes Forestales no están autorizados para realizar una vigilancia estrecha de algunos tipos de caza, en particular el rececho del corzo y de la cabra y la caza al salto del jabalí, que se realizan por cazadores que eligen libremente las fechas y las zonas y realizan la actividad en solitario. Este tipo de caza podría estar teniendo repercusión negativa sobre los lobos dado que se realiza en las zonas por las que transitan y en sus horas de actividad.

La situación actual no es un problema enteramente de la crisis económica, hay muchas actividades de conservación que se pueden hacer con los medios disponibles, aunque no exista presupuesto. Más formación, esfuerzo, colaboración y comunicación, más apoyo a la investigación, más aplicación de los resultados de la investigación a la gestión y a la conservación. Analizar, diseñar y establecer medidas de gestión es una cosa que se puede hacer. Consensuar medidas y coordinar actuaciones con todos los agentes que intervienen en la naturaleza como la ganadería, la actividad forestal, la caza, el turismo, la agricultura, no cuesta dinero. Es simplemente ponerse de acuerdo. No se hace y es una verdadera pena”, concluye con la esperanza de que esas medidas de gestión del lobo claves para su expansión, lleguen algún día.



6 comentarios:

Anónimo dijo...

Valioso documento. Increíble lo que sabe este hombre.
Saludos. Pedro Hernando.

ines camaro sanchez dijo...

Alegra ver gente preocupada por el medio y los seres que lo habitan,siento gran admiración por los lobos,crecí en un medio rural y entonces no estaban protejidos.
Cuando veo una señora con un abrigo de piel de lobo siento ganas de acercarle un mechero....Los humanos somos el mayor depredador del planeta.Un saludo.

Jose Miguel Pintor / Mail: jose.m.pintor@gmail.com dijo...

Hola he creado una postal para que compartamos entre nuestros contactos y amigos para informar y sensibilizar sobre el tema del lobo, a ver si paramos la matanza que se prepara en Ávila.

http://zaragozasalvaje.blogspot.de/2013/01/lobos-vivos.html

Anónimo dijo...

Necesitamos gente de la talla y sensated de Fernando Palacios. Hay que detener este holocausto irracional contra el Lobo.

Exijamos la protecion que Europa le torga. Hagamos campañas de difusion, conocimiento, apreciacion y valoracion de el. ¡Organicemonos ya!.

Anónimo dijo...

¡Fantásico artículo!

Anónimo dijo...

Buen articulo, que bien que se preocupan por cuidar esta especie de lobo, asi deberiamos ser con todas las especies del planeta.



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